¿Que Hacer si la Insulina Cambia de Color?
¿Qué hacer cuando la insulina cambia de color?
La conservación de los medicamentos utilizados para tratar cualquier en enfermedad es algo que siempre se debe tomar en cuenta, ya sea para evitar problemas y reacciones adversas o para garantizar su efectividad.
En el caso de seguir un tratamiento para la diabetes, el trato no debe ser indiferente, sobre todo en cuanto a la conservación de la insulina, que es susceptible a factores externos que pueden afectar su composición.
¿Cómo saber cuándo la insulina ha sufrido algún cambio?
Lo primero que siempre debemos revisar es la fecha de vencimiento que tiene en su envase, pero no solo esto influye en su descomposición, ya que hay cambios que ocurren a simple vista, como por ejemplo el cambio de color o de la consistencia.
¿Por qué cambia de color la insulina?
Son muchos los factores que puede alterar la composición de la insulina, comenzado por la fecha de caducidad, si esta fecha ya ha pasado, tanto los compuestos como lo efectividad se verán afectados.
Pero también pueden intervenir una serie de factores ambientales como la temperatura, la humedad, los rayos solares, alguna fuga, entre otros aspectos fundamentales de la conservación.
¿Qué hacer si hay un cambio de color?
Cuando se produce cualquier cambio y más si es un cambio en su color, la acción más lógica, coherente y responsables es desecharla en el bote de la basura.
¿Consecuencias de usar una insulina que ha cambiado de color?
Los efectos de suministrarle a una persona insulina o cualquier otro medicamento alterado pueden ser variados.
En el caso menos grave puede presentarse una alteración inflamatoria en el área donde se suministre la dosis, mientras que en otros casos se pueden presentar efectos secundarios o la efectividad puede ser mínima, viéndose afectados los niveles de glucosa.
En casos más graves el medicamento puede afectar gravemente la función de los riñones.
¿Qué hacer para prevenir que la insulina cambie de color?
Tanto para el cambio de color como para cualquier otro cambio en su composición química, deben tomar algunas acciones de prevención y conservación.
Lo primero es estar atento a la llegada de la fecha de vencimiento y usar primero aquellas insulinas cuya fecha sea más próxima, en caso de haber sido abierta puede que tenga un periodo de 30 días antes de descomponerse, incluso si la fecha de caducidad no ha pasado.
Para guardarla es necesario usar el refrigerador si todavía no se ha usado, cuando ya se ha utilizado se debe asegura que no esté expuesta a temperaturas mayores a 30°C, del mismo modo se debe proteger de los cambios repentinos de temperatura.
También importante que no le entre la luz solar, para esto se recomienda el uso de estuches, preferiblemente fabricados con materiales refrigerantes y que sean oscuros para evitar la entrada de los rayos solares.